Hoy en día se habla mucho de la salud sexual integral, pero ¿Qué significa exactamente? ¿Cómo se sabe si se está haciendo bien? ¿Y cómo podemos asegurarnos de que todo el mundo participe en la conversación? Esta entrada del blog explicará lo que significa la salud sexual integral, cómo definirla y algunas formas de mejorar tu propia sensación de bienestar, así como la de los demás (si tienes suerte).
La salud sexual integral en su forma más básica; es la capacidad de lograr y mantener una experiencia sexual positiva. Abarca el bienestar físico, mental y emocional.
Salud sexual se define como:
- La ausencia de disfunción sexual en hombres y mujeres.
- La ausencia de enfermedades o dolencias asociadas a embarazos no deseados.
- La ausencia de malestar físico o psicológico que interfiera con el disfrute o la satisfacción derivada de la actividad sexual.
Amplitud del tema de salud sexual integral
El sexo es una fuerza natural, y el impulso sexual no consiste sólo en excitarse. También se trata de sentirse bien con uno mismo, de conectar con los demás e incluso de divertirse. El tema de la salud sexual integral abarca todos los aspectos de tu vida sexual: la imagen corporal, el bienestar emocional, las habilidades de comunicación y los problemas de relación. Es algo más que la salud física; ¡también es psicológica y espiritual!
La sexualidad puede considerarse una parte integral de nuestro ser, tanto física como mentalmente. La identidad sexual ha sido entendida como «la facultad de los individuos de obtener placer por medio de la excitación de las partes erógenas propias o de otras personas».
Aparte de estos conceptos elementales, hay otros aspectos que influyen, tales como las preferencias de las personas en cuanto a su identidad y orientación sexual; cómo abordan la intimidad dentro de las relaciones (si son monógamas); si uno prefiere el sexo oral al coito, etc.
Salud sexual integral: Cómo definirla formalmente
La salud sexual integral tiene que ver con tu bienestar general, incluida la salud física y mental. También tiene que ver con cómo se siente uno mismo y cómo se relaciona con los demás.
Es importante tener en cuenta que este concepto existe desde hace décadas (se denominaba «integrado» en los años 70), pero sólo recientemente los términos «integral» se han hecho más comunes en las conversaciones sobre salud sexual.
Sexo seguro y consentimiento
El consentimiento es la parte más importante de cualquier experiencia sexual. También es la única manera de estar realmente seguro y saludable durante el sexo, porque si alguien dice que no, no tiene sentido continuar.
Si estás interesado en tener relaciones sexuales con alguien, debe pedirte tu consentimiento antes de tocarte, incluso si han estado saliendo durante un tiempo o incluso han sido amigos antes. Si no te piden permiso, no significa que esté bien; sólo significa que no hubo comunicación sobre lo que pasaría después cuando las cosas se calentaran.
Pero recuerda: si alguien retira su consentimiento en cualquier momento del encuentro (por ejemplo, diciendo «no»), ¡detente! Tienes que respetar esa decisión sin preguntas ni presiones por parte de ninguna otra persona implicada en la situación, incluido tú mismo; de lo contrario, las cosas pueden volverse muy incómodas muy rápidamente (y posiblemente peligrosas).
¿Qué hacer si te preocupa tu salud sexual?
Si te preocupa tu salud sexual, habla con tu médico de cabecera. Ellos pueden ayudarte a encontrar las pruebas y los tratamientos adecuados para cualquier problema.
Prueba del VIH:
Para las personas que corren riesgo de infectarse con el VIH o a las que se les ha diagnosticado el virus, es importante que se hagan las pruebas con regularidad para estar a salvo del virus.
Pruebas de hepatitis B y C:
Estos dos virus causan daños en el hígado y pueden transmitirse a través de las relaciones sexuales sin síntomas (como la clamidia). Si cree que alguien tiene estas enfermedades, hágase las pruebas lo antes posible después del diagnóstico para que el tratamiento comience rápidamente antes de que aparezcan los síntomas.
Pruebas de sífilis:
Esta enfermedad de transmisión sexual puede causar daños graves si no se trata, pero a menudo pasa desapercibida porque sus síntomas no son muy evidentes en la mayoría de los casos; por ejemplo, dolor de garganta o erupción en la piel no cubierta por la ropa.
Programa de seguimiento de la clamidia: Los Centros para el Control de Enfermedades recomiendan que todos los adultos sexualmente activos de 21 años o más se sometan a un programa de control de clamidia cada año; sin embargo, algunos estados ofrecen un programa de control más frecuente que otros, ¡así que consulta primero con el tuyo!
Placer y fantasía sexual femenina
Es importante recordar que el placer sexual es una parte esencial de la experiencia humana. También es normal para las mujeres, que a menudo se sienten incómodas al hablar de ello, pero esto se debe corregir para conseguir la plena salud sexual integral.
La fantasía es una parte normal del placer sexual; sin embargo, las fantasías de las mujeres tienden a diferir de las de los hombres en algunos aspectos: Las mujeres son más propensas que los hombres a fantasear con el poder y el control sobre sus parejas (en lugar de ser simplemente dominadas).
Las mujeres tienden a tener fantasías más románticas que los hombres: piensan en lo que podría pasar si conocieran a alguien especial a través de las citas en línea o en Tinder, pero nunca llegan a tener una cita con ellos; esto puede llevarlas por caminos en los que terminan siendo heridas por alguien que no estaba destinado a ellas en absoluto…
Conclusión
La salud sexual integral es una parte vital de la vida de una persona. Puede afectarles de muchas maneras, incluyendo la salud física y el bienestar mental.
La sexualidad desempeña un papel importante en nuestro autoconcepto, identidad, relaciones y bienestar general. Como tal, merece ser tratada como un derecho humano básico para todas las personas, independientemente de su identidad de género u orientación sexual.
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