La palabra estrés tiende a asociarse con una connotación negativa, como algo malo para la salud o un componente no deseado de la vida. Para muchos, reducir el estrés se considera una medida crítica y necesaria para evitar consecuencias perjudiciales a tu salud. En realidad, el estrés no es ni bueno ni malo. Es una parte inevitable de la vida para todos.
El estrés se define generalmente como una reacción psicológica y/o fisiológica a una amenaza percibida. Existe una gran variabilidad en cómo las personas perciben los mismos o similares eventos, generando percepciones individuales únicas de amenaza. El estrés se puede experimentar como algo bueno si se lo ve como un desafío o emoción, aumentando la motivación, mejorando el comportamiento orientado a objetivos y promoviendo la satisfacción.
Este “estrés bueno”, o “eustrés”, como lo describen los psicólogos, se experimenta cuando no se percibe la presencia de una amenaza, como subirse a una montaña rusa o recibir un ascenso. Este es el tipo de estrés que aumenta nuestra sensación de excitación y nos hace sentir completamente vivos. Es agudo y el cuerpo vuelve a su homeostasis una vez que desaparece el factor estresante.
Estrés crónico o negativo y como reducir el estrés
Por el contrario, el estrés crónico es una experiencia continua que nos hace sentir incapaces de afrontar y escapar de la presencia de factores estresantes continuos, lo que tiene como resultado efectos físicos y emocionales nocivos a largo plazo.
Al llegar a este punto se hace imprescindible reducir el estrés, si no quieres tener consecuencias negativas en tu salud. Incluso el estrés bueno persistente puede convertirse en estrés malo, ya que las respuestas de estrés adaptativo se desencadenan de la misma manera, a menos que sea capaz de cambiar la percepción y la perspectiva, y haya desarrollado una actitud resiliente hacia los eventos estresantes en su mundo.
Estrés fuera de control y como reducir el estrés en ese punto
El estrés continuo y descontrolado conduce a la “angustia”, ya que se vuelve dañino para el cuerpo, lo que puede provocar “enfermedades relacionadas con el estrés”, como migrañas, trastornos digestivos, problemas de la piel, de corazón, etc.
El estrés crónico sin mecanismos de afrontamiento, tiempo de inactividad o equilibrio en el estilo de vida puede provocar agotamiento y graves consecuencias para la salud.
La falta de tiempo para la vida, la falta de actividades de escape como pasatiempos o vacaciones, la falta de sueño y descanso, o la falta de acceso a recursos de apoyo pueden agravar los efectos del estrés.
La hormona cortisol, la responsable del estrés
El cortisol, la hormona del estrés, ha sido declarado “enemigo número uno de la salud pública” ya que su acumulación en el organismo debilita el sistema inmunológico, provoca aumento de peso, genera trastornos digestivos, aumenta la presión arterial, conduce a enfermedades del corazón, afecta la salud mental y reduce la esperanza de vida.
En la película “Stress: The Portrait of a Killer”, producida conjuntamente por la National Geographic Society y la Universidad de Stanford, el neurobiólogo galardonado Robert Sapolsky afirmó que “el estrés no es un estado de ánimo… es medible y peligroso, y los humanos no pueden parecer para encontrar su interruptor de apagado. El estrés se ha convertido en una adicción individual, representando una grave crisis de salud en la sociedad.
Reducir el estrés y no dejar que te domine
Si sientes que el estrés está abrumando tu vida e impactando en tu salud y felicidad, es momento de tomar el control interior y reducir el estrés urgentemente para alcanzar el equilibrio y el bienestar.
Entre los enfoques comunes para aliviar o controlar el estrés, como la meditación, el yoga, el entrenamiento de la respiración, las técnicas de relajación, el entrenamiento de la atención plena, las conexiones sociales y el tiempo en la naturaleza, es importante reflexionar sobre cómo percibe las amenazas, cambiar las perspectivas sobre la vida, comprender qué es en última instancia importante y sea deliberado al recalibrar el único factor que está bajo su control: Tu.
¿Por qué la sola palabra estrés nos perturba?
La palabra estrés tiende a asociarse con una connotación negativa, como algo malo para la salud o un componente no deseado de la vida.
¿Parece más posible un acontecimiento estresante que hace un año? Sí, pero eso se debe sobre todo a que vivimos en una época de mayor volatilidad y actividad intensa. Las tensiones que teníamos en el pasado parecen menos preocupantes porque no se ven de la misma manera que antes.
En otras palabras, la antigua forma de pensar está cambiando. A menudo, el estrés es el resultado de nuestra percepción del futuro. Por ejemplo, hoy en día hay muchas personas en Estados Unidos que experimentan más incertidumbre sobre su futuro que en cualquier otro momento desde la Gran Depresión.
Hace unas décadas, la economía del país era mucho más estable, y la posibilidad de otro colapso económico era remota. Hoy, esto podría ser una realidad para una gran parte de la población. Muchas personas han sido víctimas de la «fatiga de la amenaza», lo que significa que han aprendido a mantener una calma inusual frente a las amenazas percibidas.
¿Cómo reducir el estrés para mantener una forma saludable?
Si estás experimentando estrés es porque sientes una mayor sensación de incertidumbre en tu futuro, es muy comprensible. Es una reacción perfectamente comprensible al estrés. Sin embargo, no es una forma saludable de vivir.
Deberíamos tener cuidado de tratar de evitar el estrés, o de experimentarlo en los niveles más bajos posibles. También debemos tener cuidado de no descartar los efectos del estrés. Debemos enfocarnos en las medidas necesarias para reducir el estrés.
El estrés es una adaptación evolutiva que nos ayuda a afrontar los peligros y las tensiones de la vida. Es una herramienta eficaz que nos ayuda a seguir vivos. Sin embargo, no debe considerarse como una señal de que la amenaza de un peligro posible (o real) es demasiado grande para nosotros. Estresarse para hacer frente al nivel «adecuado» de estrés es un camino seguro hacia un mal día.
¿Y el estrés en el trabajo?
Aquí es muy importante recordar que el trabajo se supone que es estresante y esa sensación es necesaria controlarla para reducir el estrés. El objetivo de cualquier trabajo, ya sea de venta al por menor, de fabricación, de informática o de lo que sea, es ofrecerte una buena experiencia laboral. Esto debería hacerte sentir feliz, útil y realizado.
Si tu trabajo no es una buena experiencia para ti, eres uno de los millones de personas que sufren en el mercado laboral actual. Considérate afortunado y trata de agradecer que tengas la oportunidad de ir a trabajar cada día, pues cantidad de personas, no tienen ese beneficio en la actualidad.
Trata de buscar un trabajo que sea de tu agrado
Los lugares de trabajo pueden ser una fuente de estrés. Hay pocas cosas en la vida tan agotadoras como realizar una tarea que no tiene nada que ver con lo que quieres hacer con tu vida. Puede ser una actividad sin sentido, como archivar papeleo o completar informes aburridos, o puede ser más importante a nivel personal, como hacer negocios o resolver problemas de los clientes.
Cualquiera sea la causa que no te sientas bien en el trabajo, debes tratar por todos los medios resolverlas, para poder reducir el estrés y evitar daños o efectos secundarios negativos para tu salud.
Conclusiones
El estrés es una de las causas más comunes de enfermedad y discapacidad en la sociedad actual.
Puede estar causado por una serie de factores, como una mala alimentación, la falta de sueño o de actividad física, o una combinación de ellos. El estrés también puede estar causado por acontecimientos persistentes que no se controlan bien o no se manejan con eficacia. Por ejemplo, las tensiones asociadas a las enfermedades crónicas pueden provocar altos niveles de estrés en personas que ya las han padecido.
El estrés también puede producirse debido a los cambios medioambientales (como el cambio climático), los cambios sociales (como la inmigración) y los cambios tecnológicos (como la informática sanitaria).
El cuerpo responde al estrés de diferentes maneras según sea bueno o malo. En general, cuanto más estresante se perciba un acontecimiento, más altos serán los niveles de cortisol que se produzcan en respuesta a él; este mayor nivel de cortisol provoca un aumento de la inflamación y el consiguiente riesgo de enfermedad.
Por todo lo detallado, debemos enfocarnos en reducir el estrés con las diversas técnicas que podemos usar para ello, como lo son: El yoga, relajación mediante el método de respiración 478, alimentación sana, disfrute del tiempo libre, entre otras actividades para llegar a controlarlo.
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